Tema 5: Función de nutrición. IId. Aparato excretor.

El aparato excretor Aunque se suele asociar al urinario, el aparato excretor incluye también otros órganos como los pulmones (que eliminan el dióxido de carbono), el hígado (que elimina los productos resultantes de la destrucción de la hemoglobina de los glóbulos rojos y otras sustancias tóxicas) y las glándulas sudoríparas (que excretan sudor y otras sustancias con el fin de regular la temperatura corporal). La excreción es además, un sistema regulador del medio interno; es decir, determina la cantidad de agua y de sales que hay en el organismo en cada momento, y expulsa el exceso de ellas de modo que se mantenga constante la composición química y el volumen del medio interno (homeostasis). Así es como los organismos vivos aseguran su supervivencia frente a las variaciones ambientales. El aparato urinario Está formado por los riñones y las vías urinarias. Los riñones: Son dos órganos con forma de alubia situados en la parte trasera del abdomen a ambos lados de la columna vertebral. A su ve están compuestos de la corteza renal (parte externa), la médula renal (parte interna) y la pelvis renal (cavidad interior), que es la que recoge la orina. Los riñones están constituidos por nefronas, que son las que filtran la sangre y fabrican la orina. Los riñones reciben sangre oxigenada de la arteria renal; y de cada uno sale una vena renal que la conduce de vuelta al corazón. Las vías urinarias Uréteres: Conducen la orina desde la pelvis renal a la vejiga, una bolsa muscular elástica donde se acumula antes de ser expulsada. Cuando la vejiga está muy llena se produce un estímulo nervioso que provoca su contracción y la expulsión de la orina a la uretra. Uretra: Es el conducto de salida al exterior. Tiene un esfínter al comienzo. En el hombre se une al aparato reproductor, en la mujer es independiente. Formación de la orina La orina se forma en un proceso en dos etapas. En primer lugar, se produce en la cápsula de Bowman la filtración glomerular, que es un proceso de ultrafiltración (filtración provocada por una elevada presión). La alta presión obliga a moléculas pequeñas tales como agua, glucosa, aminoácidos, cloruro de sodio y urea a pasar desde la sangre en la cápsula glomerular a través de la membrana basal de la cápsula de Bowman hacia el nefrón. El fluido formado de esta manera es llamado filtrado glomerular. Las moléculas grandes como las de proteína del plasma y las células sanguíneas no pasan a través del filtro porque son demasiado grandes. La segunda etapa ocurre en el túbulo y el asa de Henle, y se denomina reabsorción tubular. En este proceso, los solutos y el agua son extraídos desde el fluido tubular y transportados en la sangre. Es llamado reabsorción (y NO absorción) porque estas sustancias han sido absorbidas ya una vez (particularmente en los intestinos). Sustancias filtradas Sustancias reabsorbidas Agua Agua Glucosa Glucosa Aminoácidos Aminoácidos Sal Sal Urea Nutrientes

Enfermedades del aparato excretor

• Insuficiencia renal: Es una insuficiente filtración de la sangre en los glomérulos de Malpighi, ocasionando baja producción de orina y deficiente eliminación de las sustancias de excreción. Puede deberse a muchos problemas y provoca náuseas, vómitos, convulsiones y si no se trata, la muerte.
• Nefritis: Inflamación del riñón. Produce dolor y fiebre.
• Cistitis: Inflamación de la vejiga, generalmente producida por infecciones. Provocan deseo frecuente de miccionar, escozor y dolor. Se trata con antibióticos.
• Incontinencia: Es la pérdida indeseada de orina por esfuerzo o urgencia.
• Cálculos (piedras): Es la formación de sólidos por precipitación de sustancias presentes en la orina. Cuando son pequeños son evacuados por la orina sin problemas, pero si son mayores en tamaño producen un gran dolor, el cólico nefrítico, y si son tan grandes que no pueden ser expulsados de forma natural, debe recurrirse a la cirugía o a la litotricia, tratamiento en base a ondas de choque que pulverizan las piedrecillas.

Hábitos saludables

• Beber agua y otros líquidos en cantidad suficiente: de 2 a 2.5 L/día.
• No abusar de la sal ni del consumo de vísceras (hígado, riñón).
• Evita el consumo de tóxicos como el tabaco o el alcohol o medicamentos innecesarios.
• Sigue una dieta equilibrada (la mediterránea es ideal)
• Realiza ejercicio regularmente
• No contengas innecesariamente la orina.