La sangre y sus componentes, relacionándola con el medio interno celular
Medio InternoLas células de los organismos pluricelulares obtienen sus nutrientes del medio interno o plasma intersticial, que es un líquido que rellena los huecos entre las células. Asimismo, los desechos tóxicos, son vertidos por las células al medio interno, que necesita por eso ser continuamente renovado. Esa renovación se hace gracias a la sangre, que, a través de los capilares, intercambia continuamente nutrientes y desechos con el plasma intersticial.
Glóbulos Rojos
Los glóbulos rojos (también denominados eritrocitos) tienen forma de disco aplanado y ligeramente dentado. Contienen una proteína rica en hierro denominada hemoglobina. La sangre adquiere su color rojo intenso cuando la hemoglobina de los glóbulos rojos absorbe oxígeno al pasar por los pulmones. A medida que la sangre circula por el cuerpo, la hemoglobina va liberando oxígeno a los tejidos. Un adulto contiene de 4 a 5 millones de glóbulos rojos por microlitro de sangre, que se renuevan continuamente.
Los glóbulos blancos (también denominados leucocitos) son una pieza clave del sistema de defensa que tiene tu cuerpo para defenderse de las infecciones. Pueden entrar y salir del torrente sanguíneo para llegar a los tejidos infectados. Según las características de su citoplasma y núcleo, los glóbulos blancos se clasifican en:
- Granulocitos: poseen un núcleo polimorfo y numerosos gránulos en su citoplasma.
- Neutrófilos: su valor normal es entre 2.500 y 7.500 por mm³ de sangre. Se encargan de fagocitar sustancias extrañas (bacterias, agentes externos, etc.) que entran en el organismo.
- Basófilos: su conteo normal es de 0,1 a 1,5 por mm³ de sangre. Segregan sustancias como la heparina, de propiedades anticoagulantes, y la histamina que estimula el proceso de la inflamación.
- Eosinófilos: su valor normal es entre 50 y 500 por mm³ de sangre. Su cantidad aumenta en enfermedades producidas por parásitos, en las alergias y en el asma.
- Agranulocitos: poseen un núcleo redondeado y carecen de gránulos en su citoplasma.
- Monocitos: su conteo normal es de 150 a 900 por mm³ de sangre. Su cantidad aumenta en infecciones originadas por virus o parásitos, así como también en algunos tumores o leucemias.
- Linfocitos: su valor normal es entre 1.300 y 4.000 por mm³ de sangre. Su cantidad aumenta en infecciones virales y cáncer, pudiendo disminuir en inmunodeficiencias.
Las
plaquetas (también denominadas trombocitos) son células diminutas de
forma ovalada que se fabrican en la médula ósea. Contribuyen al proceso
de coagulación. Cuando se rompe un vaso sanguíneo, las plaquetas se
concentran en la zona afectada y ayudan a sellar la rotura para frenar
la hemorragia o sangrado. Las plaquetas solamente sobreviven unos 9 días
en el torrente sanguíneo y son sustituidas constantemente por nuevas
células.
Plasma
Estos
tres tipos de células sanguíneas se fabrican mayoritariamente en la
médula ósea (el tejido blando que hay en el interior de los huesos),
especialmente en la médula ósea de la columna vertebral, las costillas,
la pelvis, el cráneo y el esternón (el hueso que hay en el centro del
pecho, entre las costillas). Estas células viajan por el sistema
circulatorio suspendidas en un líquido amarillento denominado plasma. El
plasma contiene un 90% de agua, así como nutrientes, proteínas,
hormonas y productos de desecho. La sangre entera es una mezcla de
células sanguíneas y plasma.
Los grupos sanguíneos
Un grupo sanguíneo es una forma de agrupar ciertas características de la sangre en base a la presencia o ausencia de determinadas moléculas, llamadas antígenos, en la superficie de los glóbulos rojos. Existen muchos grupos sanguíneos, pero entre todos ellos destacan por su importancia a la hora de la transfusión los grupos pertenecientes al sistema ABO y Rh. En el sistema ABO encontramos cuatro grupos: A, B, AB y O. En cada uno de estos grupos los hematíes tienen un antígeno que los diferencia, el grupo A tiene el antígeno A, el grupo B tiene el antígeno B, el grupo AB tiene los dos antígenos y el grupo O no tiene antígeno A, ni B. En 1940 se descubrió otro grupo de antígenos que se denominaron factores Rh. Según este grupo sanguíneo, las personas con factores Rh en su sangre se clasificarían como Rh positivos (Rh+); mientras que aquellas sin los factores se clasificarían como Rh negativos (Rh-).
Los vasos sanguíneos
El corazón
El corazón es un órgano muscular, responsable de recibir y bombear la sangre para que ésta circule por todo el cuerpo. Consiste principalmente, en una masa muscular llamada miocardio o músculo cardiaco. Está cubierto por una capa de endotelio llamada endocardio y lo recubre una membrana de doble pared llamadas epicardio y pericardio. Además, existe la llamada cavidad pericárdica, ubicada entre las dos paredes, en la que se encuentra un líquido lubricador, que permite que el corazón lata sin rozamientos. En cuanto a su interior, se encuentran cuatro cavidades: dos aurículas y dos ventrículos. Estas están conectadas entre sí mediante válvulas. La que conecta al ventrículo izquierdo con la aurícula izquierda se llama válvula mitral o bicúspide, y la que comunica al ventrículo derecho con la aurícula derecha se llama válvula tricúspide. Las válvulas están formadas por dos y tres membranas, respectivamente, que se encuentran conectadas a las paredes del corazón.
El corazón está conectado a los vasos sanguíneos, específicamente, a las venas y arterias. Las venas son las que llevan la sangre al corazón, desde los órganos del cuerpo. Las que llegan al corazón son las dos venas cavas y las cuatro pulmonares. Las venas cavas llegan a la aurícula derecha y las pulmonares, a la aurícula izquierda. Las venas llevan sangre continuamente al corazón y se abren libremente en sus paredes. En cuanto a las arterias, son los vasos que llevan la sangre desde el corazón hacia los órganos. Salen del corazón la arteria pulmonar y la gran artería aorta, una del ventrículo derecho y la otra, del ventrículo izquierdo. A diferencia de las venas, estas arterias no trabajan libremente, ya que la administración de sangre hacia ellas, está regulada por las válvulas sigmoideas, que dejan salir sangre sólo cuando se ejerce presión en los ventrículos cuando se contraen
La presión sanguínea
La presión sanguínea es la fuerza que se aplica contra las paredes de las arterias cuando el corazón bombea la sangre al cuerpo. La presión está determinada por la fuerza y cantidad de sangre bombeada y el tamaño y flexibilidad de las arterias.
Circulación mayor y menor
Sistema linfático
La linfa es un líquido transparente, de color un tanto blanquecino que recorre los vasos linfáticos y generalmente carece de pigmentos. Se produce tras el exceso de líquido que sale de los capilares sanguíneos al espacio intersticial o intercelular, siendo recogida por los capilares linfáticos, que drenan a vasos linfáticos más gruesos hasta converger en conductos (venas linfáticas) que se vacían en las venas subclavias. También contiene una cierta cantidad de linfocitos producidos en los ganglios linfáticos.
El sistema linfático es la estructura anatómica que transporta la linfa unidireccionalmente hacia el corazón, y es parte del aparato circulatorio. En el ser humano, está compuesto por los vasos linfáticos, los ganglios, los órganos linfáticos o linfoides (el bazo y el timo), los tejidos linfáticos (como la amígdala, las placas de Peyer y la médula ósea) y la linfa.
El sistema linfático es la estructura anatómica que transporta la linfa unidireccionalmente hacia el corazón, y es parte del aparato circulatorio. En el ser humano, está compuesto por los vasos linfáticos, los ganglios, los órganos linfáticos o linfoides (el bazo y el timo), los tejidos linfáticos (como la amígdala, las placas de Peyer y la médula ósea) y la linfa.
La principal diferencia con los vasos sanguíneos es que los capilares linfáticos están cerrados por su extremo, de modo que la linfa se filtra del medio intersticial hacia el interior y desde allí inicia su viaje hasta el corazón. Este sistema constituye por tanto la segunda red de transporte de líquidos corporales.
Patologías
Enfermedades de los vasos sanguíneos:
- Hipertensión arterial. Ocurre cuando la presión o tensión arterial es mayor a la considerada normal (por debajo de 140 mm Hg de sistólica y 90 mm Hg de diastólica en un adulto). La causa suele ser desconocida pero está demostrada su relación con la dieta rica en sal, el sedentarismo, la obesidad, el estrés y la ansiedad, las enfermedades renales, los trastornos hormonales, la ingesta excesiva de alcohol, los anticonceptivos orales y otros medicamentos, el consumo de tabaco y el abuso de ciertas drogas como la cocaína.
- Arteriosclerosis. Es el endurecimiento de las paredes arteriales, que, al perder elasticidad, producen un aumento de la tensión arterial.
- Aterosclerosis. Consiste en el depósito de placas de colesterol (placas de ateroma) en la pared interna de las arterias, con lo que la luz de la misma disminuye y se dificulta la circulación. Además, favorece la aparición de coágulos.
- Aneurisma. Un aneurisma es una dilatación anormal de una pared arterial. Generalmente, se produce cuando ésta se produce se debilita o se daña por la acumulación de los depósitos grasos que contienen colesterol. Otros factores que influyen son la presión sanguínea elevada, el hábito de fumar, el sexo masculino, edad de 55 años o más y la historia familiar.
- Varices. Estas se producen cuando las venas pierden la elasticidad provocando que la sangre fluya en dos direcciones en vez de ir solo hacia el corazón. Las mujeres somos las más propensas a sufrirlas, cuatro veces más que los hombres.
Enfermedades del corazón:
- Infarto de miocardio. Es una lesión del músculo cardíaco debida a una privación de aporte sanguíneo. Sobreviene cuando se bloquean las arterias que llevan sangre y oxigeno al órgano, generalmente por un coágulo que se forma en una arteria estrechada por acumulación de colesterol y depósitos de grasa. Sin oxigeno, las células mueren, causando dolor u opresión, y la función cardíaca se altera. Si la zona afectada es grande, se produce la muerte.
- Angina. La angina no es una enfermedad, sino un síntoma de un trastorno fundamental. Típicamente experimentada como un dolor que aprieta el tórax, la angina es una señal que el músculo del corazón no está obteniendo suficiente oxígeno para satisfacer sus necesidades vitales.
- Insuficiencia cardíaca. El bombeo inoperante disminuye la circulación de sangre del todo el cuerpo y permite que la sangre se acumule en las venas que retornan al corazón. Usualmente, falla el lado izquierdo. Cuando la bomba de este lado comienza a funcionar mal, la sangre se estanca en los pulmones, haciendo que se congestionen con líquido. Esto puede provocar falta de aire durante el ejercicio, abatimiento y cansancio, luego falta el aire al estar en la cama y provoca ahogos durante la noche.
- Endocarditis. Es una inflamación del endocardio causada por una infección bacteriana.
- Alteraciones de las válvulas cardíacas. Las causas pueden ser genéticas o derivadas de infecciones y pueden ser: estenosis (estrechamiento) o cierre defectuoso.
- Anemia. La anemia es la disminución del número de glóbulos rojos en la sangre a de la cantidad de hemoglobina de los mismos. Los síntomas más comunes de la anemia son palidez, disnea, fatiga, astenia, falta de vitalidad, mareos y molestias gástricas. La más frecuente es la ferropénica, por déficit de hierro, elemento esencial para la fabricación de glóbulos rojos; pero también la puede producir un déficit de vitamina B12, pérdidas de sangre crónicas o alteraciones de la médula ósea.
- Leucemia. Se produce por una alteración de la médula ósea y su tratamiento implica el trasplante de ésta. Se manifiesta por la aparición de gran número de glóbulos blancos anormales, razón por la que los que la padecen sufren constantes infecciones y anemias.
- Hemofilia. Es una enfermedad genética hereditaria consistente en la falta de ciertas proteínas necesarias para la correcta coagulación de la sangre, con lo que los hemofílicos son propensos a las hemorragias, llegando incluso a ser mortales.
- Trombosis. Es la formación de un coágulo en una arteria. Si no se queda pegado a la pared y llega a arteriolas, puede provocar una embolia, que, si el vaso corresponde a un órgano vital puede ser mortal.
Hábitos saludables
- Llevar una dieta equilibrada evitando alimentos ricos en colesterol y grasas saturadas y el abuso de la sal, el café y el acohol. La dieta mediterránea es cardiosaludable en ese sentido.
- No fumar.
- Evitar el sobrepeso.
- Intentar no permanecer mucho tiempo de pie.
- Reducir el estrés.
- Practicar algún ejercicio aeróbico de bajo impacto durante 30 minutos todos los días. Puede ser caminar, andar en bicicleta, nadar, etc.
- Presta atención a la salud bucodental y a la garganta.
Bibliografía
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http://www.monografias.com/trabajos91/sistema-cardio-vascular/sistema-cardio-vascular.shtml
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SISTEMA CIRCULATORIO: junio 2011. [online]
Available at:
http://fisiologiadelsistemacirculatorio.blogspot.com.es/2011_06_01_archive.html
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